"ESTAMOS VIVOS PORQUE ESTAMOS
EN MOVIMIENTO."
Jorge Drexler
MISIÓN
Compartir los conocimientos que nos vienen heredados por generaciones de humanidad.
Hacer que las personas valoren lo ven, lo que sienten, lo que tienen, lo que comen y respiran. El ser humano, mientras más consciente es y más sabe sobre las cosas, más las valora.
HISTORIA
Damián y Elena vivían en la cotidianidad establecida de una gran urbe: la Ciudad de México. Eran dos adultos jóvenes cumpliendo con los cánones de la sociedad mexicana: comprar un departamento en el corazón de Tlatelolco; Damián es arquitecto y trabajaba en un despacho en Lomas de Chapultepec; Elena fue bailarina del Ballet Folklórico de Amalia Hernández y trabajaba en la editorial Penguin Random House; hacían una hora de tráfico para ir a cualquier lugar; salían a cenar a la Condesa, Roma, Coyoacán… vivían bien en una de las ciudades más grandes del mundo.
Entonces, sin saber de dónde, germinó una semilla en sus vidas y empezaron a desear (cada vez con más ahínco), vivir en un pueblo, en la naturaleza, cosechar su comida, llegar caminando a cualquier lugar… Y lo hicieron. Dejaron todo, empacaron lo esencial en un coche rojo y se vinieron a Tapalpa, Jalisco.
Aquí aprendieron a sembrar, recuperaron las tradiciones familiares para hacer queso, pan, tortillas (Elena nació en Tapalpa y toda su familia es de aquí), aprendieron a ordeñar y mantener animales de granja, aprendieron a respirar aire puro, a ver las estrellas, a escuchar el silencio…
Así surgió Senderos: como una forma de enseñar esas mismas experiencias a los demás.